Pope Francis (1936-2025)

Desencadena La Palabra De Dios

¡La Palabra de Dios no se puede encadenar! Pero, ¿cuántas veces tratamos de hacer eso precisamente? Si les hubiesen preguntado a los maestros de la Ley o a los fariseos si los leprosos debían ser curados, la respuesta muy probablemente habría sido: “No, ellos se merecen su condición”.

Los leprosos habrían sido, quizá, un grupo mixto: Tanto galileos como samaritanos, las ataduras de su terrible enfermedad habría superado la pequeñez de antiguas rivalidades religiosas. La acción de Jesús de nuevo ilustra su vocación y la nuestra: ayudar cuando alguien necesita ser curado, retar cuando una conversión es necesaria, consolar cuando se necesita consuelo. Él también sigue su propio consejo del Evangelio de la semana pasada: hacer lo que se te ordena. Cuando el samaritano curado regresa a dar gracias, Jesús no aprovecha la oportunidad para vanagloriarse sino más bien ofrece una reflexión sobre la fe.